17. Navidad en familia.

Hay valores sociales y familiares que de alguna manera han ido variando en el tiempo, o incluso, han desaparecido. Se trata de valores de antaño que tenían un poderoso significado por la fortaleza que le daban a la fundamentación de un hogar. La noche de navidad ha dejado de representar esa cita familiar obligatoria que alguna vez le conocimos, y es lo que quiero traer a la reflexión en este post.
Navidad en familia es una oportunidad única en esta vida. Hay quienes quisieran tenerla, pero no pueden, por estar ausentes a causa del trabajo, guerras, divorcios, o cualquier otro motivo. Pero hay quienes podrían y desperdician esa maravillosa oportunidad, por motivos fatuos como parrandas, o discordias o incluso por malas amistades.
La noche de la navidad, debería ser una noche para pasar en familia. Ninguna parranda o ningún amigo puede ser más importante que tu familia.
Escribo este post, porque observo que como valor familiar, se ha perdido la importancia que antaño tenía la reunión familiar en la fecha más importante de todo el año.
Es posible que algunas rencillas o discordias te desmotiven a querer compartir con tu familia. Pero, ni aún esas desaveniencias afectivas deberían incidir en la reunión familiar en tan importante fecha. Porque los padres quieren ese día tener en su cena familiar, a todos sus hijos, y es como dar un desplante a los padres el ausentarse la noche de navidad bajo la excusa de discordias.
Es que navidad en familia, es un momento de compartir, único, en un largo lapso de 365 días. Esa es parte de la importancia de esa fecha: es el único en todo el año, en donde nadie debería faltar.
No tengo adjetivos para calificar la apatía que veo en muchos jóvenes en querer mantener la tradición de la cena de la noche de navidad. Quizás sea algo triste, algo deplorable, algo decadente, realmente no lo sé a precisión. Lo que si puedo apreciar es que se trata de una actitud antifamiliar, y la razón es que si ese es el único día del año en que todos deberían estar juntos, es entonces faltar a ese compromiso de unión, el ausentarse por la razón que sea. He visto muchas madres tristes, porque un hijo no quiso estar presente la noche de navidad, y a pesar de estar los demás hijos, la desaveniencia del hijo que falta, le roba la plenitud de su felicidad, y eso se transmite al resto del grupo familiar, dada la importancia de una madre en cualquier familia. Para mí, eso es simplemente antifamiliar y por tanto injustificable desde cualquier punto de vista.
La unión familiar como valor social, es imprescindible e insustituible. Y todo lo que contribuya a la unión familiar pasa a ser imprescindible e insustituible, y ese es el caso de la noche de navidad. Creo en la importancia y valor de la familia, por eso valoro y escribo sobre todo aquello que fomente la fortaleza del grupo familiar.
Pasando al otro plano, qué maravailloso, qué bonito es ver reunida la familia en la nochebuena. Porque se trata de una noche cargada tradicionalmente de emociones alegres y festivas, y eso es contagiosamente agradable.