28. De viaje en este Carnaval con la familia.

En Carnaval la circunstancia más frecuente, es la de gente preparándose para viajar, preferentemente buscando soleadas playas. Alegres, todos los miembros de la familia empacan lo indispensable, y preparan el equipaje de viaje, poniendo full de bolsas, maletas y bolsos los maleteros de los carros. Es muy probable que esta foto inicial le traiga gratos recuerdos a muchos lectores que acostumbran viajar en los días de asuetos, y lo que describiré les será de grata recordación a muchos por aquello de los viajes familiares realizados en años pasados.
Un viaje en familia, es una experiencia altamente enriquecedora, y muy recomendable, donde por un momento hay que olvidarse de deudas y pensar en la familia. Hay algunos asuntos muy agradables alrededor de un viaje de familia, que quiero comentar en este post, y que estoy seguro que muchas de las incidencias acá narradas, las habrá experimentado el lector que acostumbra viajar con su familia.
En un viaje, la planificación es vital, cuidando muchos detalles técnicos (vehículo, mapas, etc) y de abastecimiento de víveres. Porque, ya se ha hecho común que el equipamiento de viaje, también incluya un abasteccimiento de comida ligera. porque la especulación en los precios de las comidas de carretera te obliga a tomar esas precauciones.
Unos pancitos, con queso, jamón, refrescos y agua mineral, no faltarán en las compras previas a un viaje. También algunos elementos para imprevistos en carreteras, como: papel higiénico, jabón, toallas sanitarias, etc, porque puede ocurrir que cualquiera tenga la normal circunstancia de atender alguna necesidad fisiológica lo cual significa estar preparados.
Regularmente estas salidas en los días feriados como Carnaval y Semana Santa, se da con la participación de varios miembros de la familia. Se ponen de acuerdo varios hermanos, y juntos en familia, se disponen a poner sus vehículos y sus finanzas para disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Me agrada escribir estas notas en esta precisa fecha, porque un elemento que redunda en unión y armonía familiar, son los viajes familiares. Porque todos los detalles de planificación y finanzas, requieren del máximo entendimiento de todos los que viajan, y luego al final, queda una grata experiencia y valiosísimos recuerdos.
Antes de partir, todos colaboran revisando que no se olvide ningún detalle, chequeando los víveres a consumir en el camino, las herramientas y accesorios de seguridad del vehículo, los documentos personales, los papeles de propiedad de los vehículos, etc.
Algún miembro de la familia se da a la tarea de tomar fotos para el album de fotos, o para los muros de facebook, que han pasado a sustituir dichos albumes en la preferencia de los jóvenes.
Se toma fotos de todo, y de todos. Porque se trata de momentos que se quiere recordar, y este post muestra fotos no sólo de personas, sino de momentos y cosas relacionadas con el viaje.
Y ya equipados, con los vehículos previamente revisados por el mecánico, se marcha la familia a la aventura de viajar por carretera a su destino vacacional. Todo el que ha viajado en estas fechas le deben resultar familiares las incidencias de vehículos con sus techos apertrechados de colchonetas y cosas varias para el viaje. La foto anexa le debe evocar gratos recuerdos a muchos viajeros de sus travesías pasadas en carreteras, acompañados por sus familias.
De hecho, creo que todos hemos presenciado la circunstancia de ver caravanas de carros abandonando la ciudad para acudir a sitios diversos para vacacionar. Incluso, todos recordamos a algunos compañeros que llegado el último minuto de trabajo, salen ansiosos a sus hogares para atender todos los menesteres relacionados con el posterior éxito del viaje a realizar con la familia.
Es muy bonito cuando los miembros de familia se ponen de acuerdo en los roles a cumplir durante el viaje, quiénes van a cocinar, cómo va a ser el calendario de horas o de destinos que cubrirá cada chofer, porque muchas familias preveen que se de una alternancia de choferes, para evitar accidentes por cansancio, de manera que ciertos trayectos los puede manejar un sobrino o un tío.
Y quiero agregar que conozco personas que deliran con los recuerdos de carretera, y cuando regresan a sus casas y van por avenidas, se recuerdan con nostalgia de ciertos pasajes de su experiencia en carreteras.
Y luego de tanto rodar, la familia llega a su destino. Algunos a la montaña, otros a una ciudad cercana, pero muchos, acuden a playas. Es un destino de alta preferencia, y por eso muchas de esas playas, muestran una alta aglomeración de vacacionistas.
Es hermoso el momento familiar de los vacacionistas, porque si bien hay un delirio por disfrutar de las playas, también cada quien cubre un rol protector sobre los menores de la familia, para evitar accidentes innecesarios en los más pequeños, que pudieran generar malas experiencias y malos recuerdos de lo que debía ser un viaje de placer. No hay que olvidar que se trata de un viaje familiar, por lo que hay que pensar en el bienestar y disfrute colectivo y no en el de uno mismo. La idea es compartir y disfrutar TODOS en familia, adultos y chiquillos.
Los más diestros en la preparación de comidas, colaboran asando carnes, sazonando carnes, preparando las mesas, lavando platos, etc. Es una labor donde todos colaboran, para que el momento de la comida no sea una tarea desagradable para unos cuantos, partiendo del detalle que todos tienen el mismo derecho a disfrutar del viaje.
Y como todas las cosas, el viaje acaba y hay que regresar. Tomando no menos previsiones que las estudiadas al iniciarse la travesía, se chequean los vehículos, se consultan mapas y destinos, se estudia la alternancia de choferes, los sitios donde pueden deternerse a descansar algunos minutos, etc. Lo ideal es tratar de regresar un día antes, sacrificando el último día hábil de asueto, para evitar las largas colas de vehículos regresando, y muchos de ellos conducidos por choferes irresponsables que ansiosos por llegar manejan con imprudencia, y podrían esos choferes inconscientes generarnos un mal rato.
El viaje terminó, y ya sólo quedan los recuerdos, y muy probablemente el deseo de repetir esa experiencia, que brindó a todos los miembros de la familia, una magnífica ocasión de compartir sin el stress de pensar en el trabajo o en las deudas.
El propósito de este post al reunir algunos argumentos literarios y empíricos de toda persona que ha viajado, es exponer la alta conveniencia de ofrecer a nuestras familias estos momentos tan gratificantes. Porque la familia lo vale todo, y esos momentos familiares vividos en un viaje, valen más de lo que muchos llegan a imaginarse.

___________________
www.asuntosdefamilias.blogspot.com